El olivo: revelando el rico patrimonio y la resiliencia de Palestina
Un emblema del rico patrimonio de Palestina
Introducción
El olivo, profundamente entretejido en la historia palestina, ha sido parte de la agricultura de la región durante más de cuatro milenios. Se erige como uno de los emblemas más perdurables de Palestina, hasta el punto de que ha sido inmortalizado en las obras del renombrado poeta palestino Mahmoud Darwish.
El Olivo y Palestina
La práctica del cultivo del olivo tiene sus raíces en los terrenos fértiles y montañosos de Galilea, en la Palestina histórica, hace unos 7.000 años. Generaciones de palestinos han cuidado y cosechado con amor aceitunas, que se han convertido en una parte integral de la tierra, la cultura y la identidad palestinas. El olivo prospera principalmente en la cuenca mediterránea, desde Portugal hasta Levante. En Palestina, estos árboles se encuentran predominantemente en las tierras altas centrales de Cisjordania, y también se encuentran algunos muy viejos en Gaza, bendecidos con un suelo rico en nutrientes.
El olivo: un testamento de resiliencia
El olivo en Palestina tiene un importante valor económico, cultural, social y nacional. Ejemplifica la conexión palestina con su tierra: los olivos resisten duras condiciones de sequía y suelo pobre, y permanecen firmemente arraigados en su lugar. Numerosas familias palestinas han heredado olivos a lo largo de muchas generaciones, lo que refleja la perdurable historia palestina. Casi la mitad de la tierra en Cisjordania y la Franja de Gaza (48%) está adornada con olivos.
La cosecha de la aceituna
Cada año, en octubre, las familias se reúnen para cosechar los olivos, ayudándose mutuamente en este proceso (conocido como “al Ouna”, que significa ayuda). Se enorgullecen de esta tradición y recuerdan a sus antepasados que cuidaron estos árboles antes que ellos. El fruto del olivo constituye el ingreso de 80.000 familias palestinas. La mayor parte de la cosecha de aceitunas (90%) se utiliza para la producción de aceite, mientras que el resto (10%) se utiliza para elaborar jabón de aceituna y encurtidos.
El olivo, símbolo de paz, prosperidad y esperanza, está profundamente arraigado en el paisaje palestino. No sólo proporciona un sustento económico para más de 80.000 familias que los cultivan en Cisjordania, sino que también sirve como símbolo de firmeza y resistencia política, ya que olivos que tienen miles de años conectan al pueblo palestino con su tierra. El olivo se destaca en el paisaje palestino, no sólo como un alimento básico agrícola sino como símbolo de identidad, herencia y espíritu indomable del pueblo palestino.
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